Ministerio de Ciencia e Innovación

La neuroimagen demuestra que la terapia cognitivo conductual en pacientes con esquizofrenia mejora notablemente la enfermedad

Gracián García, investigador del CIBERSAM en el Hospital Quirónsalud Valencia
Hospital Quirón Salud Valencia | lunes, 19 de febrero de 2018

Un estudio colaborativo del CIBERSAM, Hospital Quirónsalud Valencia, la Universidad de Valencia, el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y las Universidades de Durham y Newcastle, de Reino Unido, evidencia que la terapia cognitivo conductual produce cambios significativos en la forma en la que los pacientes activan algunas áreas cerebrales y procesan la información o determinados estímulos externos.

"Por primera vez se han podido objetivar cuantitativamente los beneficios que este tipo de terapias tienen en los pacientes con esquizofrenia y alucinaciones auditivas", afirma Gracián García, investigador del CIBERSAM (perteneciente al grupo de Julio Sanjuán).

El objetivo de este trabajo ha sido demostrar, mediante el uso de técnicas cuantitativas de neuroimagen funcional, cuáles son el efecto y la utilidad de aplicar terapias cognitivo conductuales en combinación con los tratamientos farmacológicos habituales en pacientes con esquizofrenia y alucinaciones auditivas. En él han participado de forma voluntaria un total de 40 pacientes con esquizofrenia y un grupo de 14 sujetos sanos. Los pacientes se han dividido, a su vez, en dos grupos: uno con pacientes que seguían el tratamiento farmacológico estándar y otro en el que, además de fármacos, a los pacientes se les realizaban diferentes sesiones de terapia cognitivo conductual

El estudio ha demostrado que la respuesta emocional cerebral de los pacientes mejora mucho si se combinan los tradicionales tratamientos medicamentosos con sesiones de terapia. "Esta mejora se produce fundamentalmente porque determinadas áreas del sistema límbico de los pacientes, entre ellas la amígdala, se comportan de forma diferente. Estudios de seguimiento sobre estos cambios en la regulación emocional han demostrado que se pueden reducir las tasas de abandono de los tratamientos y prevenir potenciales recaídas, especialmente en pacientes crónicos", destaca el Dr. García.