Investigadores del CIBERSAM han colaborado en la coordinación y presentación del Libro Blanco de depresión y suicidio, que acaba de lanzar la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB), junto a la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), con el apoyo de Janssen. El libro analiza en detalle la epidemiología, el impacto y los abordajes de la depresión y del suicidio desde diversas e innovadoras perspectivas.
Los trastornos depresivos podrían aumentar hasta un 20% en los próximos meses y años a causa de la pandemia actual de COVID-19 y de las crisis social y económica que se prevén, según explica el doctor Celso Arango, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría (SEP) y jefe de grupo del CIBERSAM. Por ello, los expertos recuerdan la importancia, por un lado, de poner en marcha programas de prevención, y por otro, hacer un abordaje temprano de las enfermedades mentales.
Según explica la investigadora del CIBERSAM Mercedes Navío, coordinadora del Libro -junto a Víctor Pérez Sola, jefe de grupo del CIBERSAM- esta pandemia "ha puesto en cuestión dos fantasías que caracterizan nuestro funcionamiento habitual que son la 'ilusión de invulnerabilidad' y la 'ilusión de control', haciendo que aumente el estrés ante la incertidumbre, que sintamos amenazada nuestra integridad y la de nuestros seres queridos y que nuestra forma de vida se vea afectada, tal y como ha sucedido". Para amortiguar este impacto los expertos califican como "realmente importante" que se pongan en marcha actuaciones en las poblaciones que tienen especial vulnerabilidad, entre las que se encuentran las personas que trastornos mentales. Por ello, este libro blanco ha dedicado un capítulo especial a analizar el impacto de la COVID-19 en la depresión.
Actualmente en España, la depresión afecta a 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 10 hombres. "Se estima que en 2050 esta enfermedad será el principal problema de salud, lo que le convierte en una prioridad de salud pública", advierte Ana González-Pinto, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica y jefa de grupo del CIBERSAM, quien añade que "la eficacia de los tratamientos de la depresión, por un lado, y la eficacia de la prevención integral del suicidio, por otro, hacen que no priorizar este último sea una mala gestión sanitaria".
Por su parte, el Dr. Arango apunta a que "en los países donde hay una mayor inversión en salud mental, hay una menor incidencia de patología mental y, además, un ahorro económico". Por eso, y ante la expectativa de un aumento de prevalencia de la enfermedad, este especialista insiste en la relevancia de "seguir invirtiendo en salud mental y en que los pacientes tengan acceso a las terapias y tratamientos que pueden suponer una innovación".
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