Recientemente, se ha puesto en marcha un nuevo proyecto colaborativo entre el CIBEREHD y el CIBERSAM, titulado “Brain metabolic and functional connectivity dysfunction in patients with chronic hepatitis C and reversibility after viral eradication with direct acting antivirals”. Este proyecto, de 2 años de duración, ha obtenido financiación a través de la 5ª Convocatoria de Becas Gilead Sciences (GILEAD) para la Investigación en VIH, Hepatitis y Hemato-oncología, “Fellowship”, una convocatoria competitiva de ayuda a la investigación, y revisada por un comité de expertos del Instituto de Salud Carlos III, y cuyos premios se entregaron el pasado 22 de noviembre de 2017 en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid .
Este trabajo, coordinado por Zoe Mariño, hepatóloga del Hospital Clinic e investigadora del grupo de Hepatitis Víricas del IDIBAPS y del CIBEREHD -perteneciente al grupo liderado por Xavier Forns- y Rocío Martín-Santos, consultora senior del Servicio de Psiquiatría y Psicología, y líder del grupo de investigación consolidado “Vulnerabilidad, psicopatología y género”, investigadora del IDIBAPS y del CIBERSAM -perteneciente al grupo liderado por Eduard Vieta- , que tiene como principal objetivo evaluar los cambios a nivel metabólico y de conectividad cerebral en pacientes infectados por el virus de la hepatitis C que reciben tratamiento antiviral con los nuevos fármacos orales.
El virus de la hepatitis C (VHC) afecta fundamentalmente al hígado produciendo hepatitis, y es la primera causa de cirrosis y trasplante de hígado en nuestro medio. No obstante, la infección crónica por VHC ha de entenderse como una enfermedad sistémica, ya que tiene efectos también fuera del hígado. A nivel extra-hepático, es bien conocida la afectación del sistema nervioso central (SNC). Se especula que el VHC podría tener un efecto directo sobre el SNC promoviendo la liberación de radicales libres y citoquinas proinflamatorias que activarían procesos de neuroinflamación en cascada. Estos mecanismos podrían ser la base fisiopatológica de los síntomas depresivos y cognitivos descritos en estos pacientes. De hecho, cerca de la mitad de los pacientes con infección crónica por VHC pueden sufrir trastornos neuropsiquiátricos y alteraciones cognitivas a lo largo de su vida, y hasta un 20-30% de estos pacientes presentan un trastorno depresivo mayor, prevalencia muy superior a la observada en la población general (5-10%). Los estudios realizados mediante neuroimagen (resonancia magnética cerebral) en pacientes con VHC son escasos, pero también sugieren la presencia de cambios metabólicos y de la conectividad cerebral en estos pacientes, similares a los observados en estudios de pacientes con trastorno depresivo mayor.
Hasta el 2014, el tratamiento antiviral del VHC incluía el interferón, molécula immunomoduladora con conocidos efectos adversos, especialmente en la esfera neuropsiquiátrica (especialmente irritabilidad y trastornos depresivos) y contraindicada en pacientes con patología psiquiátrica grave. En los últimos años, el desarrollo de los fármacos de acción directa frente al VHC ha permitido realizar el tratamiento antiviral con excelentes tasas de respuesta virológica (curación) en todos los pacientes y sin efectos adversos sobre el SNC. Este nuevo escenario de tratamiento permite evaluar en profundidad aspectos de la esfera neuropsiquiatrica relacionados con el VHC, asi como la potencial reversibilidad de estos hallazgos tras la curación del virus.
En este estudio, se incluirán individuos jóvenes (<=50 años) con hepatitis C sin patología psiquiátrica grave, en los que se pretende evaluar el efecto del VHC sobre el SNC mediante examen neuropsicológico, RMN cerebral y marcadores séricos inflamatorios antes y después del tratamiento antiviral, tanto a corto como a largo plazo. Así, podrán evidenciarse los potenciales cambios relacionados con la eliminación del virus. Este estudio pretende dar respuesta a aspectos aun no bien definidos de la afectación del SNC por el VHC.